Redacción. Pamplona
La implantación de un sistema informático de alertas para prevenir el tromboembolismo venoso en todos los hospitales españoles supondría un ahorro anual cercano a los 30 millones de euros, al evitar los costes derivados de esta patología.
Según un estudio elaborado por especialistas de la Clínica Universidad de Navarra, este impacto económico vendría derivado de la reducción en un 50 por ciento de los casos de tromboembolismo en pacientes hospitalizados, disminución conseguida gracias a la implementación de esta aplicación informática desarrollada por un equipo de propia Clínica. Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista científica de la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasis.
Como se sabe, el tromboembolismo venoso es un proceso caracterizado por la coagulación de la sangre en el interior de las venas, cuyo principal riesgo radica en que los coágulos puedan desplazarse y fijarse en el pulmón.
De izq. a dcha.: Ramón Lecumberri Villamediana (especialista en Hematología); José Antonio Páramo Fernández (codirector del Departamento de Hematología); Margarita Marqués Girbau (responsable de la Unidad de Gestión de Datos Clínicos); y el subdirector del Servicio de Sistemas de Información, Alberto García Mouriz.
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Supone un problema de salud pública, pues se calcula que, anualmente, se producen en España unos 60.000 casos de trombosis venosa profunda y unos 45.000 de embolismo pulmonar, como detalla José Antonio Páramo, codirector del Departamento de Hematología y Hemoterapia de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los autores del estudio: “Se trata de la primera causa prevenible de mortalidad hospitalaria y, por tanto, es una prioridad para la seguridad de los pacientes hospitalizados. Pese a la morbi-mortalidad y el consumo de recursos sanitarios derivados de los tromboembolismos, la profilaxis sigue siendo infrautilizada”.
Precisamente, la Clínica Universidad de Navarra desarrolló en 2006 una aplicación informática pionera en nuestro país que, “basándose en los datos de las historia clínica informatizada, calcula diariamente el riesgo trombótico de todos los pacientes hospitalizados. En aquellos en los que el riesgo es alto, el médico responsable recibe una alerta para que paute medidas profilácticas, bien físicas o farmacológicas”, explica el doctor Ramón Lecumberri, especialista del Departamento de Hematología y Hemoterapia y autor del estudio.
Reducción a la mitad de la incidencia
La investigación ha analizado la relación entre los eventos de tromboembolismo y sus costes directos asociados en los pacientes hospitalizados en la Clínica Universidad de Navarra durante los primeros semestres de los años 2006 a 2009, algo más de 32.000 personas.
Así, los resultados del estudio destacan que el sistema de alerta electrónica “no sólo ha reducido al 50 por ciento la incidencia de trombosis en los pacientes hospitalizados, sino que esa disminución se ha mantenido en el tiempo, en concreto durante cuatro años analizados”, indica el doctor Lecumberri.
Al mismo tiempo, el trabajo de investigación ha puesto de manifiesto el impacto económico de este sistema preventivo: “Los costes directos por tromboembolismo venoso se redujeron de 21,6 euros a 11,8 euros por paciente hospitalizado, frente a los costes generados por el aumento de profilaxis y de la creación y mantenimiento de las alertas, que fueron de 3 euros y 0,35 euros por paciente respectivamente. Por tanto, el ahorro por cada paciente que es hospitalizado supone 6,5 euros”, concreta el doctor Páramo.
Si se consideran todos los pacientes hospitalizados anualmente en España, unos cuatro millones y medio, “la implementación del sistema de alerta de manera generalizada en todos los centros hospitalarios supondría un ahorro de unos 30 millones de euros al año”, detalla el doctor Lecumberri.
Este ahorro, apuntan ambos especialistas, probablemente sería mayor “porque sólo hemos estimado los coste directos: diagnóstico, tratamiento, seguimiento de los pacientes y posibles complicaciones. Habría que sumar los costes indirectos que no hemos podido valorar, como pérdidas de jornadas laborales o secuelas que pueden limitar la calidad de vida y requieren un mayor consumo de recursos sanitarios por parte del paciente”.
Además de tratarse del primer estudio que muestra la relación entre coste y efectividad de un método de alerta electrónica para prevenir la trombosis en pacientes hospitalizados, sus autores destacan que los resultados obtenidos avalan “la implantación de este sistema dentro de las políticas de seguridad hospitalaria”. Añaden que tanto desde el punto de vista técnico como económico resulta “fácilmente aplicable a cualquier hospital, cuyo único requisito es que las historias clínicas estén totalmente informatizadas”.
Un riesgo hasta 10 veces superior en hospitalizados
Cabe destacar que en los pacientes hospitalizados el riesgo de presentar un tromboembolismo venoso es entre seis y diez veces mayor que en el resto. “De hecho, cuando se hacen estudios sistemáticos en aquellos pacientes ingresados que no han recibido ningún tratamiento preventivo antitrombótico, la incidencia del tromboembolismo venoso afecta desde un 10 hasta un 15 por ciento de estos enfermos”, subraya el doctor José Antonio Páramo. Aproximadamente, un 30 por ciento de los casos de tromboembolismo venoso se produce en pacientes que habían permanecido ingresados dentro de los tres meses anteriores al episodio de tromboembolismo. De ellos, entre un 50 y un 75 por ciento son personas hospitalizadas por patologías no quirúrgicas a quienes no se había aplicado profilaxis antitrombótica preventiva.
En este sentido, entre los principales factores de riesgo que inciden en la aparición de un episodio de tromboembolismo venoso figuran: inmovilización prolongada, presentar antecedentes de infarto cerebral, cáncer o insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar crónica (EPOC), infección severa o contar con antecedentes previos de tromboembolismo venoso.
Afectacion pulmonar del tromboembolismo
Según describe el doctor Páramo, “una de las mayores complicaciones del tromboembolismo venoso es la afectación pulmonar, que puede llegar a ser causa de muerte de un 5 a un 10% de los pacientes hospitalizados. De esta tasa de pacientes fallecidos por causa del tromboembolismo, un 70 por ciento son no quirúrgicos, aquellos en quienes habitualmente no se aplica una profilaxis antitrombótica apropiada”. En concreto, la administración de este tratamiento consigue reducir el riesgo de tromboembolismo desde un 50 por ciento hasta un 70 por ciento de los casos.
Tal como apunta el doctor Lecumberri, “se ha demostrado que una parte importante de este problema reside en que no existen herramientas eficaces que permitan evaluar exactamente el riesgo de tromboembolismo venoso de los pacientes, ya que resulta muy complicado estratificar ese riesgo”.
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